Definición del abuso narcisista
Introducción: entre sueños y pesadillas
Imagina una relación que comienza como una película romántica. Al principio todo es perfecto, una conexión espectacular e intensa. Atención constante, palabras que te hacen sentir especial. Mensajes a todas horas, promesas de futuro…
Pero algo empieza a cambiar con el tiempo.
Ya no sabes si sientes amor o una cierta obsesión por recuperar lo que había en el inicio, dudando de ti y sintiendo que algo haces mal.…
Te encuentras justificando lo injustificable: control, devaluación, crítica. Diciendo “no es para tanto” ante un trato hostil y deplorable.
Así comienza el abuso narcisista: una fachada que oculta una persona profundamente controladora y destructiva.
Muchas víctimas de este tipo de abuso psicológico ni siquiera son conscientes de ello. Es devastador porque no siempre es visible desde fuera, no deja marcas físicas, pero sí deja secuelas emocionales profundas.
Este artículo es una guía completa para entender el abuso narcisista, identificar sus señales, comprender cómo afecta a las víctimas y conocer los pasos necesarios para salir del ciclo y comenzar el proceso de recuperación emocional.
Qué es el abuso narcisista
En psicología clínica, el abuso narcisista es un patrón relacional donde una persona con rasgos narcisistas —especialmente en su forma patológica— intenta mantener el poder sobre otra persona, minando su autonomía, confianza y autoestima (Durvasula, 2015; Ronningstam, 2005), empleando :
- manipulación emocional,
- desvalorización progresiva,
- control afectivo,
- generar confusión acerca de uno mismo y la realidad (gaslighting),
- y explotación psicológica.
Se trata de un abuso psicológico en una relación basada en la dominación, un proceso donde la persona es tratada como un objeto para satisfacer las necesidades del abusador. Se puede dar en cualquier relación interpersonal: pareja, familiar, laboral, o amistad.
¿Quiénes son los narcisistas patológicos?
El patrón de comportamiento se encuentra con mayor frecuencia en relaciones con hombres o mujeres que presentan rasgos del Trastorno Narcisista de la Personalidad, (DSM-5, American Psychiatric Association, 2013) definiendo este cuadro con la presencia de estos criterios:
- Un sentido grandioso de importancia (criterio A1)
- Fantasías de éxito ilimitado o poder (A2)
- Creencia de que es especial y único (A3)
- Necesidad excesiva de admiración (A4)
- Sentido de derecho (A5)
- Comportamientos explotadores (A6)
- Falta de empatía (A7)
- Envidia hacia otros o creencia de ser envidiado (A8)
- Actitudes y comportamientos arrogantes (A9)
Kernberg (1975), uno de los primeros investigadores del narcisismo patológico, destacó una personalidad con una identidad frágil, pobre capacidad de empatía, e incapacidad de establecer relaciones recíprocas, porque utiliza al otro como un objeto para reafirmar su ego.
Psicología del abuso narcisista
No todas las personas abusivas son narcisistas clínicos, pero los individuos con este perfil tienden a ejercer un patrón de control emocional y coerción difícil de identificar.
- La psicóloga Elsa Ronningstam (2005) señala que no solo presentan una imagen inflada de sí mismos, también una profunda vulnerabilidad que los vuelve propensos a reaccionar con hostilidad, devaluación o abandono cuando perciben amenazas a su autoestima. Estas reacciones abusivas pueden darse hacia la pareja, familiares o personas cercanas.
- La investigación de Campbell y Foster (2007) describen el narcisismo como un continuo, con expresiones más leves (narcisismo subclínico) o más severas (trastorno de personalidad), encontrando correlaciones con agresividad relacional, conducta manipuladora e inestabilidad afectiva en contextos íntimos.
- Ramani Durvasula (2015, 2019), reconocida por su trabajo con las víctimas de abuso psicológico narcisista, lo ve insidioso y progresivo. La víctima es sistemáticamente invalidada, confundida, culpabilizada y psicológicamente fragmentada. No siempre implican violencia física, pero el daño emocional es profundo y sostenido.
El vínculo traumático: una trampa invisible
El daño más profundo está en la confusión emocional que genera:
- Te cuestionas si eres demasiado exigente, qué haces mal.
- Tienes la esperanza de que cambie, o que si te esfuerzas más, todo volverá a ser como al principio.
- Sientes que, pese al dolor, no puedes alejarte.
Esto se debe a que la manipulación se alterna con fases de aparente afecto o validación, creando un vínculo traumático altamente adictivo (Freyd, 1996; Herman, 1992). Esto ocurre cuando quien debería cuidarte es quien más te hiere, tu mente necesita minimizar lo que ocurre para no romper el vínculo que es importante para ti.
Salir no es solo una cuestión de voluntad. Es un proceso complejo que exige comprensión, validación y acompañamiento profesional.
Abusos narcisistas en relaciones interpersonales: no solo en pareja
El abuso psicológico narcisista no ocurre solo en relaciones sentimentales. Puede aparecer en cualquier vínculo donde alguien emplee control emocional, la manipulación y el refuerzo intermitente para someter al otro al servicio de sus necesidades (Freyd, 1996; Durvasula, 2015; Herman, 1992).
En la familia:
El afecto es condicionado, las necesidades del miembro afectado quedan anuladas, y se exige lealtad o perfección entorno a los ideales y creencias de la familia. Crece dudando de sí mismo, buscando validación externa en el entorno familiar, sometido a su presión, y frecuentemente con dependencia emocional.
- Madre narcisista:
Busca controlar a sus hijos a través del amor condicionado: solo hay afecto cuando cumplen sus expectativas. Invisibiliza sus emociones, compite con ellos por validación y genera una sensación constante de culpa. Los hijos suelen crecer con baja autoestima, miedo a fallar y dificultad para establecer límites sanos . - Padre narcisista:
Puede mostrarse grandioso, autoritario o emocionalmente ausente. Exige rendimiento, perfección y sumisión. Las críticas destructivas son habituales, junto con la invalidación emocional. Esto deja hijos marcados por autoexigencia extrema, inseguridad crónica y patrones de relaciones basadas en miedo al rechazo.
Amistades narcisistas:
El amigo narcisista necesita ser el centro: monopoliza la atención, minimiza los problemas ajenos y reacciona con castigo emocional si no se le da prioridad. Estas amistades generan desgaste, confusión emocional y dificultad para poner distancia.
Entorno laboral:
El jefe o compañero narcisista controla desde el poder jerárquico: descalifica, manipula, absorbe el mérito de otros y alterna maltrato con favores puntuales para generar dependencia y lealtad forzada (Carnes, 1997).
Aunque los escenarios varíen, el núcleo es el mismo: manipulación emocional, control sutil o explícito, refuerzo intermitente, y una progresiva erosión de la autonomía psicológica de la víctima.
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¿Qué es ser víctima de abuso narcisista?
¿Cómo se comporta una víctima en una relación con un narcisista?
Desde fuera, puede parecer incomprensible. ¿Por qué alguien se queda con una persona así? ¿Por qué no sale de ahí?
Para contestar a esto hay que comprender el nivel de inestabilidad psicológica que causa el abuso. En cierta forma, su pensamiento y percepcion es «colonizada» por la mente del narcisista maltratador. Veamos qué ocurre psicológicamente:
- En psicología se conoce como indefensión aprendida (Seligman, 1975), al comportamiento de renuncia y paralisis, después de intentos fallidos por arreglar la relación y evitar las reacciones negativas. La víctima se rinde porque siente que no puede hacer nada.
- El narcisista, además, alterna, periodos de afecto repentino, disculpas vacías, promesas de cambio. Este refuerzo intermitente (Durvasula, 2015) crea una adicción emocional poderosa. Mezcla de forma impredecible afecto, atención o disculpas con desprecios, silencios o maltrato. La víctima queda psicológicametne atrapada esperando el próximo momento bueno, aunque cada vez sea más escaso, manteniendo la esperanza de que vuelva la cara buena del comienzo.
- La vergüenza tóxica aparece porque las víctimas asimilan las críticas del narcisista (soy demasiado sensible, tengo un problema, me lo merezco). Desde la Teoría del Self (Kohut, 1971), la autoestima se vuelve dependiente del juicio del narcisista. Como figura dominante, se convierte en juez absoluto del valor de la víctima.
- La culpabilidad internalizada impide la ruptura. La víctima no quiere hacer daño, cree que aún puede salvar la relación, o teme las reacciones. Esta dinámica se ve reforzada cuando el agresor chantajea emocionalmente (sin ti me mato, eres lo único que tengo, etc.), generando aún más confusión y parálisis.
Síntomas del abuso narcisista
Quienes han vivido una relación con un narcisista patológico suelen desarrollar una sintomatología específica por el impacto del trauma. Entre los síntomas psicológicos del abuso más estudiados se encuentran:
- Estrés postraumático complejo (C-PTSD): una exposición prolongada a una relación disfuncional conlleva síntomas de hipervigilancia, disociación, flashbacks emocionales, evitación, culpa tóxica y pérdida de sentido de identidad. Judith Herman (1992) consideró este síndrome como resultado de traumas repetidos sin escape.
- Dudas persistente sobre uno mismo y confusión mental: se produce un tipo de manipulación que hace dudar a la víctima de su percepción, generando una profunda inseguridad (conocido como gaslightning). La manipulación prolongada de la percepción mina la confianza en la percepción de la realidad (Stark, 2007; Dorahy et al., 2007).
- Ansiedad generalizada, depresión y síntomas psicosomáticos: la activación crónica del sistema de estrés (eje HHA) produce alteraciones como trastornos del sueño, dificultades digestivas, cefaleas tensionales, y una mayor incidencia de cuadros ansiosos y depresivos (Teicher & Samson, 2016).
- Despersonalización y disociación: muchas víctimas dicen sentirse desconectadas de sí mismas, como si vivieran en una neblina emocional. Esta disociación puede ser adaptativa a corto plazo (para sobrevivir al abuso), pero muy patológica si se cronifica (van der Kolk, 2014).
Estas manifestaciones son similares a las observadas en supervivientes de trauma como el abuso infantil o la violencia de género. Pero en el abuso emocional narcisista es muy particular el circuito de dependencia emocional potente. porque el abusador alterna refuerzos positivos con episodios de abuso.
Por eso, aunque la relación termine, los síntomas pueden continuar durante meses o años sin una terapia psicológica.
¿Cómo es la víctima de un narcisista?
No existe un único perfil, pero desde luego no son personas debiles ni ingenuas.
Estos son patrones psicológicos comunes en quienes terminan atrapados en estas dinámicas:
- Personas altamente empáticas, que priorizan las necesidades ajenas.
- Historia previa de relaciones afectivas ambivalentes, especialmente en la infancia.
- Tendencia a la autoexigencia y la autocrítica.
- Deseo profundo de validación emocional.
- Dificultad para reconocer límites tóxicos cuando hay afecto de por medio.
Muchos presentan estilos de apego inseguros (Fonagy & Luyten, 2009), lo que favorece que el refuerzo intermitente del narcisista actúe como una droga emocional. Esto significa que la persona nunca sabe cuándo recibe afecto o validación, y eso mantiene enganchado .
Desde una perspectiva psicodinámica, las personas que han vivido en etapas tempranas, la experiencia de que el afecto viene mezclado con imprevisibilidad, crítica o abandono, aumenta la probabilidad de que de adultos, reproduzcan o reconozcan los patrones inconscientemente.
Ciertos rasgos de personalidad en la víctima —como la dependencia emocional, el sentimiento inconsciente de que hay algo malo en ellos, o el deseo profundo de ser visto— pueden converger con las tácticas del narcisista, generando un vínculo traumático intensamente difícil de romper (Herman, 1992).
El término trauma por traición (en inglés, betrayal trauma), acuñado por Jennifer Freyd (1996), describe cuando una persona de quien dependes emocionalmente te daña de forma sistemática, la mente opta por minimizar o incluso negar ese daño para preservar el vínculo, lo que perpetúa el ciclo.
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¿Cómo se comporta un narcisista en la intimidad?
¿Cómo actúa un narcisista con su pareja?
Falta de empatía real
Cuando expresas dolor o inseguridad, responde con:
- Desprecio, impaciencia, frialdad, desdén.
- Sarcasmo.
- Minimización de tus emociones.
Chantaje afectivo
- Uso del castigo como forma de control (retirada de afecto, silencio).
- Condiciona el sexo, la atención o los planes conjuntos.
- Manipulación para persuadir o ejercer coerción.
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Triangulación y celos proyectados
- Provoca celos intencionadamente.
- Habla de ex-parejas, amistades o admiradores para desestabilizarte.
- Después te acusa de ser tú quien desconfía.
Retirada emocional progresiva
- Cuando percibe que ya te tiene atrapada, va retirando las muestras de afecto.
- Tú das cada vez más, él da cada vez menos.
- El vínculo se convierte en una lucha constante por migajas de validación.
Durvasula (2015) explica que esta es una “dinámica de erosión progresiva del self”.
¿Puede un narcisista enamorarse de verdad?
La respuesta es clara:
- Pueden desarrollar vínculos afectivos, pero profundamente disfuncionales. Si el grado es severo, es improbable que tengan la capacidad de enamorarse genuinamente.
- Confunden amor con control, y admiración con posesión. Valoran aquello de la pareja les hace sentir superiores (belleza, éxito social, riqueza, etc.)
Esta es una pregunta frecuente y difícil que las víctimas se hacen. Desde fuera parece amor; desde dentro…, algo no encaja.
Para ellos, amar implica exponerse, y esto activa un temor inconsciente al rechazo, la dependencia o la pérdida del control. (Kernberg, 1975). Por eso, cuando sienten afecto por alguien, rápidamente idealizan a la pareja, la colocan como “objeto especial”. Pero cuando esa idealización se ve desafiada por la realidad (fallos, diferencias, autonomía del otro), reaccionan con desvalorización o desapego.
Este patrón se conoce como pseudointimidad narcisista: relaciones que parecen intensas, pero carecen de profundidad emocional real. El otro es admirado mientras cumple una función narcisista; cuando deja de hacerlo, es rechazado o reemplazado. No hay lugar para el amor incondicional.
Señales del narcisismo en la vida íntima
A nivel conductual, el narcisista puede desplegar múltiples señales de disfunción íntima:
- Sexualidad sin emocionalidad: el acto sexual se vuelve mecánico, orientado al rendimiento, sin verdadera conexión. Las caricias, los besos o las palabras cariñosas suelen estar ausentes o ser artificiales (Levy et al., 2011).
- Rechazo a la vulnerabilidad: evitar el contacto visual íntimo, no compartir emociones profundas, huir del compromiso o del contacto físico fuera del sexo.
- Necesidad de superioridad constante: incluso en la intimidad, buscan destacar, “ser el mejor amante”, obtener elogios, necesidad de someter…
- Desprecio encubierto o humillación: comentarios degradantes disfrazados de humor, críticas al cuerpo o desempeño sexual de la pareja, uso de comparaciones (“mi ex hacía esto mejor”, etc.).
Estas manifestaciones deterioran el vínculo íntimo, la autoestima, el deseo y la salud sexual de la pareja. Muchas víctimas desarrollan aversión al contacto, miedo a la entrega, o desconexión en el sexo.
¿Cómo es un narcisista en la cama?
Sobre cómo se comporta un narcisista en la cama, en la fase inicial de la relación, la intimidad física puede ser buena e intensa. La pareja puede sentirse profundamente deseada, admirada y excitada por una conexión intensa.
Ese brillo inicial no es afectivo, es instrumental. Durvasula (2015, 2018) explica que el sexo en estos perfiles funciona como:
- Herramienta de control emocional.
- Mecanismo de validación narcisista.
- Actuación de rendimiento, sin entrega genuina.
Es importante observar las señales que aparecen con el tiempo:
- Falta de empatía hacia las necesidades del otro.
- Desconexión afectiva.
- Desinterés por el placer compartido.
- Cosificación: te conviertes en un objeto para reforzar su ego.
- Uso del sexo como castigo o premio según sus intereses.
Widman & McNulty (2011) investigaron la sexualidad narcisista, observando una tendencia a la infidelidad. menor empatía sexual e instrumentalización de la pareja, pudiendo aparecer agresiones sexuales.
En la psicología clínica, el narcisismo sexual se caracteriza por la utilización del sexo como herramienta para validar el ego, obtener poder y controlar al otro (Ronningstam, 2005). No es un encuentro íntimo, se convierte en una actuación para reforzar la imagen grandiosa del narcisista.
Cómo identificar el abuso narcisista y empezar a sanar
Estás atrapado/o pero aún no eres consciente del todo…
A veces lo único que sientes es agotamiento. Otras, mucha confusión. Tu pareja te dice que exageras, que todo está bien, que tú eres el problema. Y en algún momento puedes comenzar creerlo.
Algo dentro de ti grita que algo no encaja, tu mente está atrapada en una telaraña invisible.
Si esto te resuena, puede que estés viviendo una relación marcada por el abuso emocional narcisista.
La Dra. Ramani Durvasula (2015, 2018,2024), una de las mayores expertas mundiales en narcisismo, ha descrito con precisión los patrones de estas relaciones: ciclos repetitivos, desgaste psicológico y pérdida progresiva de la autoestima.
¿Cómo identificar el abuso narcisista?
Señales psicológicas y emocionales del abuso narcisista
El abuso narcisista no suele empezar con gritos ni golpes, empieza con palabras cálidas, conductas que mueven sentimientos intensos y promesas que se evaporan con el tiempo. Según Durvasula, estas son algunas señales frecuentes:
- Sientes que caminas sobre huevos: miedo constante a provocar sus reacciones y malestar.
- Dudas de ti misma: ya no sabes si tus recuerdos o emociones son reales.
- Te sientes culpable por poner límites o expresar malestar.
- Justificas comportamientos que antes jamás habrías tolerado.
- Has perdido tu alegría, tu vitalidad o tu voz.
El ciclo de abuso narcisista: idealización, devaluación, descarte
En sus investigaciones , Durvasula ha descrito un patrón relacional de tres fases, que se repite con precisión quirúrgica en todos los casos. El ciclo de abuso narcisista sirve también de señal importante en las relaciones pareja:
- Idealización: el narcisista se muestra encantador, intenso, aparentemente perfecto. Te hace sentir especial.
- Devaluación: poco a poco empieza a criticarte, aislarte, exigirte más. Usa sarcasmo, desprecio o silencio como castigo.
- Descarte: cuando ya no le sirves o pones límites, se aleja de forma fría o humillante. A veces vuelve, y el ciclo comienza otra vez.
Este bucle deja secuelas psicológicas descritas anteriormente: ansiedad, disociación, dependencia emocional, insomnio, síntomas depresivos. Estas etapas del abuso narcisista en pareja, son en sí mismo un criterio del abuso.
Gaslighting, disonancia cognitiva y trauma vincular
El gaslighting —hacerte dudar de tu percepción—) es una herramienta central del abuso narcisista. Durvasula lo describe como un “asesinato lento de la autoconfianza”. Te hacen pensar que estás loca, que inventas, que eres inestable, que tu memoria es mala, que tienes malas intenciones…
La disonancia cognitiva —saber que algo va mal pero no poder dejarlo— mantiene atrapada a la víctima. Lo que estás viviendo se parece más a un secuestro emocional que a una relación
Secuelas del abuso narcisista
Las secuelas psicológicas del abuso narcisista son reales.
El impacto de una situación traumática sobre la mente y el cuerpo está bien estudiada. El trauma relacional prolongado altera el sistema nervioso, generando inestabilidad emocional incluso tiempo después de haber salido de la relación. (Teicher & Samson, 2016; van der Kolk, 2014). Esto explica muchos de los síntomas:
- Dificultades de sueño.
- Ansiedad flotante.
- Fatiga permanente.
- Tensión física.
- Problemas digestivos.
¿Por qué sigue afectándote incluso después de salir?
Cuando has vivido bajo manipulación prolongada, tu mente altera la percepción de lo que ocurre, y además aparecen distorsiones psicológicas. Recordemos:
- Manipulaciones que distorsionan tu percepción de ti mismo y la realidad objetiva.
- La disonancia cognitiva entre lo que sabes que ocurre y lo que sientes por la persona.
- El refuerzo intermitente (Dutton et al., 2000) crea una adicción psicológica muy difícil de romper.
- Y el trauma de traición (Freyd, 1996) provocado porque la persona que debía cuidarte fue quien más te dañó.
Por eso, incluso después de cortar la relación, muchas personas siguen experimentando:
- Culpabilidad persistente.
- Dudas sobre lo que realmente sucedió.
- Nostalgia confusa del vínculo.
- Miedo a volver a entregarse emocionalmente.
No es debilidad ni exageración, es el resultado lógico de lo que has vivido.
Conductas agresivas reactivas ante el abuso
Muchas veces, la persona que padece el abuso puede comportarse de manera agresiva o desproporcionada como reacción a los patrones de gaslighting, triangulación, invalidación o control a los que ha sido sometido.
Refleja conductas reactivas fruto de disociación, disrupción emocional, rabia acumulada o respuestas de lucha en el marco del trauma complejo. Algunos ejemplos:
- Reacciones impulsivas de control o reproche intentando defenderse
- Estallidos de ira.
- Comentarios hirientes tras largos periodos de frustración.
Frecuentemente, el narcisista aprovecha estos episodios para culpar a la víctima, sin reconocer sus comportamientos. Es conveniente para él/ella que ocurra para poder obtener control a través de «inyectar» culpabilización.
Qué hacer para sanar
Quizá sigues dentro. o ya saliste, pero aún arrastras el peso emocional. Tal vez acompañas a alguien querido en este proceso. Esta sección es para ti, que estás deseando sentirte bien, indepedientemente del punto en el que estés.
1. Aceptar la realidad: No puedes salvar la relación
Rompe el autoengaño: el narcisista no cambia porque le ames más, porque te esfuerces más, te adaptes o porque lo comprendas mejor. No lo puedes rescatar. No lo puedes sanar.
Mientras mantengas esa esperanza, el ciclo seguirá girando. Aceptar esto es un paso fundamental de protección psicológica. Romper esta ilusión y falsa esperanza, es uno de los actos más difíciles y a la vez liberadores.
2. Límites firmes: protégete tu estabilidad psicológica
La mejor manera de protegerse en cortar el contacto totalmente. Si el contacto cero es posible, es la opción más segura.
Si existen obligaciones que lo impiden (hijos, trabajo, familia), implementa contacto mínimo: temas exclusivamente logísticos, con cero interacción emocional, ni búsqueda de validación.
Cada interacción emocional puede ser un anzuelo manipulador para reactivar el ciclo de abuso narcisista . Aquí no se trata de diálogo, se trata de cuidado y protección psicológica.
3. Recupérate a ti misma/o
Sanar es desaprender el vínculo traumático
El abuso daña y desestructura quién eres. El trabajo de recuperación pasa por decidir por ti, identificar lo que necesitas, recuperar tus propios objetivos, valores y deseos. Volver a conectar contigo no será algo inmediato, pero es el núcleo de tu recuperación.
Tendrás que aprender a tolerar el vacío que antes llenaba la relación, con su montaña rusa. Aprenderás a estar en paz sin necesitar a nadie, sin esperar la validación de otra persona.
En tu interior, aunque no puedas olvidar, hay que buscar el camino para estar en paz con el pasado, sin culpa ni rabia. La experiencia te permitrá aprender a reconocer relaciones sanas y a no entrar de nuevo en dinámicas disfuncionales.
La salida del ciclo, supone reprogramar el sistema nervioso que se acostumbró a los altibajos emocionales, a la espera de recompensas afectivas de cuando «todo está bien». La clave está en aprender cómo regular tus emociones, aprender a tolerar el vacío que deja el final de la relacíón.
4. Buscar acompañamiento profesional especializado
Salir físicamente no implica haber sanado emocionalmente. Persisten:
- La culpa internalizada.
- La inseguridad personal.
- Las dificultades para confiar de nuevo.
Un proceso terapéutico especializado permite:
- Validar el abuso sufrido (romper la negación).
- Reconstruir una identidad sólida.
- Restaurar la autonomía emocional.
- Procesar el trauma vincular crónico.
¿Cómo superar una relación con un narcisista? Terapia psicológica para abuso narcisista
El duelo por la pérdida es real , aunque nadie lo entienda
Terminar una relación con estas características, puede dejar un proceso de duelo complejo. Se trata de un procso de asimilación de la pérdida, y aunque te hayan hecho daño, puedes extrañar esa persona. o sentir culpa. Esta ambivalencia es muy común y forma parte del proceso.
Lo que vives es un duelo por una relación ambivalente que nunca fue sana, pero que tu mente aún no ha terminado de soltar (Durvasula, 2015).
Reconstruye tu identidad
Después de tanto tiempo adaptándote a sus necesidades, ¿quién eres tú? El proceso de superación debe ayudarte a recuperar tu voz, tus deseos, tu visión del mundo, tus ambiciones y metas. Volver a ti será más importante que perdonar o entenderle.
Pasa de víctima a agente activo de tu vida
El objetivo final va más allá de “salir” de la relación, sino convertirte en agente activa de tu vida. Reconectar con tu autonomía, tus decisiones, tus vínculos y tus proyectos. Eso también es una manera de demostrarte que ya no controla tu mente
Terapia especializada en abuso narcisista
A pesar de la necesidad creciente, existen pocos enfoques específicos que reconozcan el trauma relacional y las características específicas de la relación de una personalidad narcisista. Durvasula, referencia mundial reconocida en el campo, propone un modelo terapéutico basado en:
- Comprender los patrones vividos (psicoeducación).
- Validación continua y segura.
- Procesamiento del trauma emocional.
- Restauración de un sentido personal independiente.
- Reconstrucción de relaciones sanas desde el autocuidado.
En mi experiencia es vital una integración enfoques: por un lado la psicoeducación sobre abuso narcisista, el aprendizaje de regulación emocional, foco en la restauración del autoestima, y en muchos casos, técnicas específicas adaptadas al trauma y un abordaje desde la psicoterapia relacional.
Referencias
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- Carnes, P. (1997). The Betrayal Bond: Breaking Free of Exploitative Relationships. Health Communications
- Durvasula, R. (2015). Should I Stay or Should I Go? Surviving a Relationship with a Narcissist. Simon & Schuster.
- Durvasula, R. (2019). Don’t You Know Who I Am? How to Stay Sane in an Era of Narcissism, Entitlement, and Incivility. Post Hill Press.
- Durvasula, R. (2024). It’s Not You: Identifying and Healing from Narcissistic People. Penguin Random House.
- Dutton, D. G., & Painter, S. L. (1993). Emotional attachments in abusive relationships: A test of traumatic bonding theory. Violence and Victims, 8(2), 105–120.
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- Kernberg, O. F. (1975). Borderline Conditions and Pathological Narcissism. Jason Aronson.
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- Ronningstam, E. (2005). Identifying and Understanding the Narcissistic Personality. Oxford University Press.
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